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Ingredientes:

  • 250 ml de agua
  • 250 ml ml de aceite de oliva virgen extra
  • 50 g de sosa cáustica
  • I75 ml de aceite de almendras
  • 75 ml de aceite de coco
  • 4 cucharaditas de miel

Introduce en un cazo el aceite de oliva, el de almendras y el de coco y ponlo a calentar a fuego lento. Mezcla la sosa con el agua con mucho cuidado. La sosa cáustica es un producto muy agresivo por lo que no olvides utilizar guantes y mascarilla para manipularla. Cuando la sosa se haya disuelto del todo y los aceites estén calientes e intregrados, apaga el fuego y vierte la sosa poco a poco a la mezcla de aceites. Cuando tengas toda la sosa en el cazo de aceites, bátelo todo con la ayuda de la batidora a velocidad baja. Conforme vayas batiendo y los ingredientes del jabón de miel se integren puedes subir la velocidad a media. Deberás batir hasta obtener una crema suave. Ahora es el momento de incorporar la miel. Mézclalo todo y cuando tengas la solución final viértela en los moldes. Puedes utilizar tanto moldes específicos para jabones como uno único de cristal y cortar tú mismo las piezas una vez duras. Si usas un molde de cristal deberás colocar papel de cocina para poder retirar el jabón. Ahora deberás dejar los moldes en un lugar fresco y ventilado para que el jabón de miel endurezca, entre 15 y 30 días. Probablemente pasadas las 48 horas el jabón estará lo suficientemente duro como para retirarlo del molde pero no podrás utilizarlo hasta concurridos los 15-30 días.

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